Me encanta la fotografía, y sus bellas letras; y si es verdad q. solamente el roce de una mano puede hacer q. florezca...,¡el más grande amor; las caricias hacen vivir latir al corazón, le dan vida!
Bravo, Manuel, esto es muy bueno. Es de esas frases que se pueden dibujar, pero además del gesto, parece que aún notas el calor. Salud Francesc Cornadó
Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!
Antes de pasar por las armas a su hombre, ella le soltó: − Te quiero mucho. Y le transportó al más allá con dos cartuchazos del calibre doce; se puso su blusa color pistacho, retocó su rímel y colorete y se fue a tomar una copa al bar Teatriz. Monotonía, aborrecimiento, fastidio. El spleen, le cafard, l´ennui, el desgarramiento, la melancolía. Desgana y náusea. El tedio de la vida, vaya. El que escribe, escribirá. Quien lee, seguramente seguirá en ello. El noventa por ciento restante de humanoides se abstendrá. Se limitarán a actuar, a apresurarse. De aquí para allá. De allí para acá. El espectáculo debe continuar. También el aburrimiento, la monotonía, la saciedad. La chica que cortó la hebra de la vida a su marido por camino tan derecho, apenas si conseguía dormir tres horas por noche. Y para ello tomaba, todo junto, un lexatín de 5 mg, un transilium y un orfidal. Desde el día en que enviudó a las bravas, duerme dignamente nueve horitas, sin auxilio de la farmacopea modern
( Hoy, 22 de septiembre, cumplo años. Sí, el de la foto soy yo...hace algún tiempo ) Estoy en esa edad en la que un hombre quiere, por encima de todo ser feliz, cada día. Y al júbilo prefiere la callada alegría y a la pasión que mata, la renuncia que hiere. Vivir entre las cosas, mientras que el tiempo pasa -cada vez menos tiempo para las mismas cosas- y elegir las que valen una vida: las rosas y los libros de versos, y el viaje y la casa. Hasta ahora he vivido perdido en el mañana -seré, seré, decía- o en el pasado-he sido o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba. Ahora estoy en la edad en la que una ventana es cualquier aventura, y un regalo el olvido. Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva. (Rafael Juárez, "Lo que vale una vida") .
(fotografía Man Ray / Lee Miller) El amor es una patología desesperada pero no grave, por ser normalmente de breve curso. Es enfermedad con larga tradición literaria y buena prensa, muy en boga desde la eclosión del Romanticismo en el siglo XIX. Se contrae a través de los cinco sentidos y no tiene, al igual que el catarro común, tratamiento específico sino sintomático: mucha cama, alimentación estimulante y abundante agua y jabón. No existe vacunación eficaz puesto que en su estructura molecular se pueden observar elementos víricos de pasión y sexo juntamente con otros bacterianos que atacan al cerebro y estimulan el egocentrismo-patrimonial. Los grupos de población más expuestos a la infección amorosa son los adolescentes, los cuarentañeros y los ancianos solitarios opulentos y acaudalados. Los brotes más violentos de esta pandemia suelen observarse en primavera y en otoño, al regreso del período vacacional compartido con la habitual pareja. Salvo en casos extremo
Me encanta la fotografía, y sus bellas letras; y si es verdad q. solamente el roce de una mano puede hacer q. florezca...,¡el más grande amor; las caricias hacen vivir latir al corazón, le dan vida!
ResponderEliminarSaludos.
el sitio más cercano... efímero y hermoso.
ResponderEliminarClaro, conciso y directo...al corazón.
ResponderEliminarBesicos
Bravo, Manuel, esto es muy bueno. Es de esas frases que se pueden dibujar, pero además del gesto, parece que aún notas el calor.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
A veces pasa.
ResponderEliminarY que bueno es.
Lastima que suelen ser celosas.
Un abrazo.
QUÉ PROFUNDIDAD!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
qué maravilla! y hondo y todo y más.
ResponderEliminarbravo, maestro.
un abrazo.
que decir cuando esta todo dicho,excelente ,maestro
ResponderEliminarun abrazo
No se lo tengas en cuenta: a lo mejor es que allí tampoco había nada a lo que llevarse tu mano. Besos.
ResponderEliminar¿Se puede decir algo tan hermoso a un instante de recuerdo? Tú lo has hecho, Manuel. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazote.
A través del roce de unos dedos se pueden sentir tantas cosas...
ResponderEliminarBreve y perfecto.
Un abrazo.