( foto de Masao Yamamoto ) ( texto Manuel Mª Torres Rojas ) Ámbar, entre mil afanes, es una reconocida niponóloga, con gran cartel entre los poetas y estudiosos de los haikus. Aquella tarde de viento forano, se esforzaba en que mis entendederas comprendieran el wu-wei del taoísmo: -No es tan difícil, me decía con su voz adelgazada por una manga de viento. Se trata de no hacer nada que no sea espontáneo… -Mira, en Japón sólo hay una regla moral: no alterar la armonía de nuestra propia mente, del propio cuerpo, de los seres animados o de las cosas inanimadas…, susurraba Ámbar. Y seguía, con su acento de piel de hembra: "No dijeron palabra el anfitrión, el invitado ni el blanco crisantemo" Asentí, con ojos de lluvia. Ella añadía, cimbreando su media voz: -el sol es sintoísta; la luna llena, budista; la roca, zen; el viento, animista; la montaña, sintoísta; el rocío, budista y así y así y así…
Igualmente!!
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo.
Bs!!
Cada día es como empezar un nuevo año, pues aunque parezcan iguales son distintos.
ResponderEliminarQue tengas un buen año 2016 con tus mejores deseos.
Un abrazo.
Vivir es sólo revivir;no es sino resucitar infinitas veces...
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Feliz 2016.
ResponderEliminarQue se cumplan al menos 2016 deseos del cuerpo, de la mente y del alma.
Besos!
Muchas gracias amiga Lucía. Te deseo amor, escritura, naturaleza y casa. Mil besos.
EliminarFelicidades te deseo para el cuerpo y el alma.
ResponderEliminarFeliz 2016
Un beso grande.
Amiga Marián. Que tengas la más perfecta normalidad. Cariños y mimos.
EliminarHola amigo Manuel... Feliz año nuevo 2016.
ResponderEliminarLo mismo, de lo mismo para ti corazón.
Un abrazo y feliz vida.
MA.
El blog de MA.