Sin pijama y sin recuerdos (capítulo cuarto)


( el autor explicando su aventura clínica )

Sin pijama y sin recuerdos (capítulo cuarto)                              

Terapia conversacional… decía el muy gilipollas vestido a lo freudiano. Le pregunto si ha leído “El cuarteto de Alejandría”. Responde:

- Es usted el paciente mimado de esta santa casa ¿Ha intentado, por ventura, suicidarse usted alguna vez?

Estoy siendo prudente, pero no doblo la cerviz. Callo. No me empujen, que me vuelvo a dormir, coños.

Lo que vemos no es todo lo que hay… Si duermes ocho o diez años seguidos, lo sabes. Tienes mucho tiempo para no hacer nada… y piensas… o te parece que lo haces… o lo sientes así… a ojos cerrados. No hacer absolutamente nada durante años es una forma elevada de búsqueda espiritual.


En mi primera vida había una ranura de luz. Me parecía recordar.

Más de la mitad de los adultos tiene algún tipo de insomnio. Yo antes dormía siempre. Ahora, casi nunca. Recurro al rizópodo de la bata blanca y suelto dos perlas:

- ¿Podemos contratar a un vidente? ¿Usted cree en la percepción extrasensorial? pregunto al psicomicrobiólogo, por ver si se traga la pipa de fumar en pipa. Y también porque me acaba de entrar un ataque de analepsis y he recordado que fui discípulo del Gran Vidente Maharishi Mahesh Yogi, en su Centro para la Excelencia de la Educación en Bophal, India.

En realidad mi único problema es que no tengo ganas de discutir. Me da galbana. Ayer soñé que soñaba que volvía a caer en el limbo de los justos.

El loquero y yo intercambiamos unas banderillas de floreo:

- ¿No sería a consecuencia de un traumatismo craneal?, pregunto.

- No. No hay rastro, sólo petequias por todo el cuerpo, responde.

- Aún no puedo hablar de eso… ¿No tendré parásitos en el corazón o en el cerebro? digo. Y añado: ¿estado de fuga, quizás?

- ¿Con quién estoy hablando? me dice el mameluco.

- Eso quisiera saber yo. No me importaría ser un intelectual, sobre todo ahora que estoy solo, contesto. Y conste que sigo sin conocer la relación entre mi cerebro, mi mente y mi cuerpo. Por no hablar de mi espíritu, que está perdidito.

Las reglas del juego han cambiado durante mi etapa horizontal. Y no conozco el nuevo reglamento. Es mejor retirarse con gloria. Mi caso está basado en hechos reales. Si lo sabré yo…

- Tengo los tobillos helados y la nuca rígida y manchas de carmín en la memoria, le digo al psicólogo, o lo que quiera que sea, macrocéfalo. No puedo confiar en mi propia memoria.




( lo que queda del autor, en Cuba, al despertarse años después )

Comentarios

  1. maravillosa entrega, q talento tienes en poder decir tanto...gracias por compartir, besos

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias a ti, mi querida amiga que escucha palabras!

    ResponderEliminar
  3. Así resulta ser la vida, un sueño, para volverse a dormir a continuación. Beso.

    ResponderEliminar
  4. No importa cuanto se duerma, lo importante es despertar...
    Dices siempre tanto, en tus lineas...
    Siento no leérte mucho últimamente...aún así no me pierdo.
    Un beso dominguero!

    ResponderEliminar
  5. ¡Gracias Emejota! Ya lo dijo Calrerón: "que la vida solo es sueño y los sueños, sueños son" Beso agosteño.

    ResponderEliminar
  6. ¡Gracias Silvia/Ofelia! ¡Agradezco tantísimo que no te pierdas...! Domingo de julio...¡mérito tienes! Beso suave como la brisa

    ResponderEliminar
  7. Antes un largo lapsus mental y después bonito despertar a la vida...

    Apreciado Manuel espero leer el siguiente capitulo de: Con pijama y sin recuerdos cuando te sea posible.

    Besos de tu amiga y paisana MA y feliz domingo.

    ResponderEliminar
  8. MA, espérame a que lo escriba para ti...Besos

    ResponderEliminar
  9. Hola Manuel, tus escritos son siempre estupendos, haces que tengamos ganas de leerte cada día, escribes con manos de seda a veces, y otras te veo rebelde como un joven de veinte años, eso es bueno, es parte de tu esencia. Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  10. "Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son..."
    A veces la relación entre el cuerpo, el cerebro y la mente... para qué?... Si al final... los sueños...
    Mi beso desde el despertar.

    ResponderEliminar
  11. ¡Gracias, querida Lola! Eres muy gentil. A veces me siento más radical según voy cumpliendo años. Y cuanto más radical, me encuentro más libre...Abrazos fraternos.

    ResponderEliminar
  12. Pues eso mismito digo yo, mi querida María...total, unos por otros y la casa sin barrer...Abrazo de anochecida.

    ResponderEliminar
  13. Buen blog. Te sigo. Te invito a hacer lo mismo:
    http://cronicasdeuncapullo.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  14. Buen blog. Te sigo. Te invito a hacer lo mismo:
    http://cronicasdeuncapullo.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  15. A mi me pasa como al personaje, se me han desconectado cuerpo y alma y ando en su búsqueda..
    Voy a por más, los besos al final que te lo lleno todo de babas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!

Entradas populares de este blog

Granada: Casería de Los Cipreses. Recuerdos en azul y blanco.

HAIKU ÁMBAR