Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!
Escribir es la cosa más libre y barata que existe, aunque encorsetarse y encarecerse si te apuntas a un taller de escritura. En los tiempos que corren es común que los ciudadanos aborregados y amansados por las estructuras y los sistemas educativos, políticos y de comunicación social se entreguen con fruición al muy discutible deporte de pagar matrículas y abonos por todo tipo de cursillos, seminarios y otras zarandajas de ese tenor. -¿Te encuentras gordo? Pues, hale, a pagar el abono para un gimnasio. -¿Te apetece escribir un diario? Taller de escritura al canto. ¿Qué no sabes saludar en inglés? Academia que te crió. ¿Tu perro se niega a comer lo que guisas? Curso de cocina mediterránea ¡marchando! Conozco a un tipo que se apuntó a un viaje de una semana a China y fue y se matriculó en no sé donde para aprender el mandarín. Los cursos para aspirantes a fotógrafos son muy demandados por personas que no harán más instantáneas en su vida que las de su...
Me lo pregunta una señora en el Círculo de Bellas Artes: — ¿Por qué escribe usted? Me viene a la cabeza la cabeza la respuesta que dieron a tal cuestión gente muy principal en este oficio, egocéntrico donde los haya. Bryce, García Márquez y Onetti contestaron que escribían para que les quisieran, para ser queridos. Para que les queramos nosotros sus lectores. Pero no caigo en esa tentación, yo que normalmente caigo en casi todas. La dama que interroga tiene ese acento que se prende en la garganta de las mujeres que empiezan a dudar si merece la pena seguir siendo fieles a un marido que solo sabe ir al trabajo y al cuarto de baño. Son las ocho de la tarde, Madrid tiene por cielo un hongo de atómica contaminación y el vino que sirven en el sarao literario es ácido como la vida misma. Debe ser cosa de los recortes que perpetran los palurdos neoliberales que predican con el ajuste en cabeza ajena. Los cocktails literarios ya no son lo que eran. La señora del sombrero que q...
CASERÍA DE LOS CIPRESES RECORRIDO POR EL CORTIJO Visita al Cortijo de los Cipreses siguiendo los relatos de Manuel María Torres Rojas, nieto de Don Enrique Rojas. Compilación: Milagros Soler Cervantes Fuente: culturandalucia.com NOTAS EXTRAÍDAS DE LA CORRESPONDENCIA MANTENIDA CON MANUEL MARÍA TORRES ROJAS Y DE SUS RELATOS SOBRE EL CORTIJO DE LOS CIPRESES EN LA VEGA ALTA DE GRANADA. "El tiempo no se detiene, más que para que el niño juegue en Los Cipreses". Manuel María. In memoriam de Josefina Rojas Ballesteros Señorío de Los Cipreses. Vidriera, en azul y blanco, de cristal veneciano. ""Como consecuencia de la publicación de mi artículo "Cortijo de los Cipreses. Una negligencia municipal nada ingenua" (Noviembre, 2012) denunciando el estado de deterioro de dicho predio, tuve la fortuna de que D. Manuel María Torres Rojas se pusiera en contacto conmigo. A lo largo de varios meses, durante los años 2012 y 2013,...
Muy ingenioso desde el ángulo hispano.
ResponderEliminarEs de esperar que el mítico sentido del humor británico entienda mi sorna hispana! Gracias!
Eliminar¡Como ha de ser!
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