El tópico: Todo es relativo. Es segundo tópico: Todos los viejos llevamos un niño en nuestro interior. El juego: La cuestión es encontrarlo y comprenderle. La sabiduría del niño interior puede ser inmensa pero oculta a los ojos inexpertos. Bss. P.D. Leeré tu última y larga entrada biográfica cuando me encuentre tranquilita, y lo sabrás por el comentario.
Cómo discrepar con la opinión de un Premio Nobel, veamos, lo que diga el niño al respecto no es relevante, si lo dice la mujer hay que considerar que te ve mayor para ella, en cuanto a la opinión de uno mismo tampoco es fiable, depende del día, del ánimo y de la acompañante. A pesar de su distimia, que seguramente afectó a la opinión del poeta sobre la vejez, seguro que tuvo en cuenta que el caballero de edad puede disfrutar de fresca y lozana compañía pero no dijo que la dama "vieja" siendo menos tersa y menos insulsa, lo tuviera más crudo.
Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!
(fotos del autor) A los telefonillos portátiles les dicen “móviles”, en España, y "celulares", en algunos países del otro lado del mar océano. Cuando llamo a una mujer de las nuevas a menudo ocurre que se acaba su batería a poco de empezar a hablar. Las chicas me dicen: - Te llamo luego, cuando llegue a casa…se va a cortar, no queda batería. Deben dormir en el parque, porque el móvil no suena luego. ¿Cuándo es luego para una bella mujer? Una hora. Pasa una hora de la cita convenida para la cena. Suena mi aparato en el restaurante. Me dice ella: - Ahora no puedo hablar. Voy conduciendo, no tengo manos libres ni apenas cobertura y la batería se está muriendo. Pido otro vino y apunto en mi cuadernito “moleskine”. Sumo los tiempos de mis esperas a ellas, a las distintas ellas. En los últimos tiempos, desde que desperté en la clínica de mi letargo sabático, he invertido en aguardar el advenimiento de La Mujer unas quinientas veintic
Se me ha muerto mi hermana, la mayor y más querida. Se van quienes amé, aquellas personas que me amaron. Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y estaré solo, sin árbol verde, sin pozo blanco…y mi espíritu errará, nostálgico de quienes se van para no volver. ¡Qué lejos! ¡Qué solo! Su alma, el alma de mi hermana, ¡qué lejos y qué cerca de mí! ( Tomo en préstamo cosas de Juan Ramón Jiménez, de memoria, en desorden y mezcladas con otras mías. Las fotos, hechas con mi móvil... )
(fotos tomadas por el autor) Las mujeres de la edad moderna están apagadas, o fuera de servicio. O, lo que es peor, carecen de identidad, pues sus números de los portátiles “no pertenecen a ningún abonado”. Si llamo, con mi móvil, a una mujer de la era moderna, normalmente se agota la batería de su portátil a poco de empezar a hablar. Contrasta la energía de la mujer de hoy con las escasas prestaciones de sus pilas recargables. Las chicas me dicen: ─ Estoy en el parque. Te llamo luego, cuando llegue a casa. Deben dormirse en el parque porque el móvil no suena luego. ¿Cuándo es luego para una mujer? Espero en el restaurante. Una hora. Pasa, por tanto, una hora de la acostumbrada por mí para la cena. Tengo hambre. ─ Ahora no puedo hablar. Voy conduciendo, no tengo manos libres ni apenas cobertura y la batería se está muriendo, me dice la rapaza que está citada y no comparece. Pido un vino y apunto en mi cuadernito moleskine. Sumo: en los últimos tiempos, desd
Se dice la juventud se lleva en el alma, pero lo cierto es que el cuerpo envejece,mejor es llevar los años como vienen y vivir como se quiere.
ResponderEliminarBesos Manuel
El tópico: Todo es relativo.
ResponderEliminarEs segundo tópico: Todos los viejos llevamos un niño en nuestro interior.
El juego: La cuestión es encontrarlo y comprenderle.
La sabiduría del niño interior puede ser inmensa pero oculta a los ojos inexpertos.
Bss.
P.D. Leeré tu última y larga entrada biográfica cuando me encuentre tranquilita, y lo sabrás por el comentario.
No se es viejo, mientras uno no se sienta viejo o vieja.
ResponderEliminarLa vejez es efímera como la juventud.
Abrazos bien conservados en juventud y vejez.
MA.
El blog de MA.
Cómo discrepar con la opinión de un Premio Nobel, veamos, lo que diga el niño al respecto no es relevante, si lo dice la mujer hay que considerar que te ve mayor para ella, en cuanto a la opinión de uno mismo tampoco es fiable, depende del día, del ánimo y de la acompañante.
ResponderEliminarA pesar de su distimia, que seguramente afectó a la opinión del poeta sobre la vejez, seguro que tuvo en cuenta que el caballero de edad puede disfrutar de fresca y lozana compañía pero no dijo que la dama "vieja" siendo menos tersa y menos insulsa, lo tuviera más crudo.
Besos Manuel y buen finde.