Sin pijama y sin recuerdos



( autorretrato de mis dos pies al amanecer )

Sin pijama y sin recuerdos. Capítulo primero                  ______  

El torrente gris de ciegas horas se rompe por una ranura de luz.

Desperté sin pijama y sin recuerdos. Mi cuerpo estaba cubierto tan sólo por una bata de hospital, de esas que te dejan con el culo al aire.
Mi memoria, vacía. Boca arriba, yerto de cuerpo y yermo de espíritu. Respiré con la tripa. Tenía un ladrillo en el estómago y la lengua como lija del número tres.El médico preguntó:

- ¿Cuál es su último recuerdo?


Contesto:


- No lo sé. ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

Dice el médico que en mi historial no consta fecha de ingreso
y que, cuando él empezó a trabajar en la clínica, hace un lustro,
era fama que yo era el decano de los pacientes.El galeno insiste:


-¿Qué es lo último que usted recuerda?

Se estaba poniendo pesado. Respondí:


- Una casita muy chiquitita con muchas flores en el jardín.


El hombre de la bata blanca humaniza su rostro y dice:


- En ella vivía usted, supongo. ¿Dónde estaba esa casa?


Contesto:


- Que no doctor, es la letra de una canción.


Este tío está casado con su opinión. Porfía:


- Usted tiene que recordar algo y es su deber ayudar a solucionar su caso.

Preferí no decirle al neurólogo que a mí me importaba un pito solucionar mi caso y decidí darle una pequeña alegría:


- Si, claro. Una mañana de sol y de frío fui con mi primo Pepe Ramos a la carpintería de Damián para encargar un tablero de madera y jugar en él al fútbol con los botones de los trajes.

Bostezo. Pido al hombre de las preguntas que me deje dormir un rato.Cierro los ojos y me autodiagnostico. Claro que tengo recuerdos.Lo que pasa es que son deseos y no sé si se cumplieron o no. Da igual. No pienso averiguarlo....




(el autor antes de su ingreso en la clínica mental)

Comentarios

  1. Muy razonable, total, con lo tranquilito que se encuentra el personaje. Beso.

    ResponderEliminar
  2. Un hospital es una estereotropía, un lugar donde se instalan a aquellos que la sociedad quiere dejar aparte como las cárceles, los manicomios, allí nos dejan con el culo al aire y luego, inexplicablemente, nos quieren echar.
    Muy buen relato, Manuel, eres un verdadero artista.
    Salud
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
  3. very nice!!! me ha encantado el relato, te sigo leyendo, besos

    ResponderEliminar
  4. Poderão apenas permanecer as recordações dos desejos. Gostei muito de ler esta história.

    Um abraço
    oa.s

    ResponderEliminar
  5. como siempre insigne poeta es un placer para nuestros sentidos impregnarse de tus letras, un besin de esta amiga admiradora.

    ResponderEliminar
  6. tètrico relato¡ maravillosamente escrito
    me gusta el final¡¡¡es una ventana abierta.
    besos

    ResponderEliminar
  7. ¡Gracias Norma! Con ventanas abiertas se suspende el sentimiento...¡Abran puertas y ventanas! Besos despiertos...

    ResponderEliminar
  8. ¡Gracias a ti, mi querida amiga OZNA (bis)!

    ResponderEliminar
  9. Niña de los Océanos azules,¡si tu ángel acude a mi memoria...!

    ResponderEliminar
  10. Una casita muy chiquita con flores en el jardín (debe ser una canción muy bonita) y recuerdos que no se sabe si fueron deseos...
    Mejor no preguntar.

    Y yo que no me curo de hacer preguntas ¿Sabes qué? hay algunas que sin exteriorizarlas reciben respuesta.

    Besos.

    ResponderEliminar
  11. ¡Caramba con Francesc! Su elogio me deja patidifuso y meditabundo: ¡esta ronda corre de mi cuenta!
    A tu salud,maestro

    ResponderEliminar
  12. ¡Andri, sí era una canción sencilla, de ingenua letra, "¡qué felices seremos los dos, y qué dulces los besos serán..." No la he vuelto a escuchar en muuuuchos años!¡Gracias y besos!

    ResponderEliminar
  13. ¡Bienvenida, "mujer que escucha palabras"! La palabra, las palabras son la sal de la vida, aunque sean inútiles si son bellas. Besos.

    ResponderEliminar
  14. ¡Caramba, amigo Francesc, tu elogio, viniendo de un hombre sabio, me deja turulato y patidifuso!
    Salud y gracias.

    ResponderEliminar
  15. Este bis es voluntario, porque vivo dentro de un fanal...

    ResponderEliminar
  16. Emejota, amiga, cinco años durmiendo y el loquero venga a preguntar...¡será posible! ¡Gracias, princesa!Abrazos

    ResponderEliminar
  17. Este personaje pintoresco de tu relato, lo primero que vio al despertar de su sueño, fueron sus pies gigantes,jeje y se asusto.
    Parece que saliera de un coma eterno o de un loquero y al volver al mundo de los cuerdos prefirió volver al mundo de los locos, o de los sueños, donde se encontraba mejor jajaja,pues no le gustaba mucho recordar lo que quería olvidar.

    Magnifico escrito e imagen.

    Besos de MA para ti amigo Manuel y feliz tarde de domingo.

    ResponderEliminar
  18. ¡Gracias MA! El susto no fue para tanto, que yo gasto un 43 de zapatos...
    Ya sabes que escribo para que me leas tú y los demás que no me leen...Besos y paz dominical.

    ResponderEliminar
  19. ¡Gracias Nanno! La excelencia está en tus recetas...

    ResponderEliminar
  20. Querido Manuel, vengo un poco tarde a leerte y a decirte que eres un genio.
    La canción te la recuerdo yo, dice así: "yo tenía una casita chiquitita en Canadá, con un estanque y flores de las más lindas que hay allá". En cuanto al resto de información almacenada, no nos vienen mal en ciertas ocasiones unas gotas de amnesia en desayuno, comida y cena.
    Original foto, por un momento pensé que el pie derecho era femenino de no haber sido por un detalle.
    Acepta mi broma, mi abrazo y mi felicitación.

    ResponderEliminar
  21. Loli,acepto encantado tu broma y abrazo ¡Quiero más! Me parece que,de tí para mí,vas a tener que buscar la letra completa del tiroliro ese...¿verdad chata? Beso tu pie masculino.

    ResponderEliminar
  22. Por lo pronto se despierta cuerdo y con ganas de vacilar, dejémosle descansar a ver que nuevas nos cuenta.
    Voy a por más y dejando reguero de besos

    ResponderEliminar
  23. Despierto y cabal, qué más se puede pedir! cuando alguien prefiere descansar, hay que dejarle... Besos cabales.

    ResponderEliminar
  24. Despierto y cabal... qué más se puede pedir?
    Cuando alguien quiere descansar, hay que dejarle tranquilo.
    Besos Cabales.

    ResponderEliminar
  25. Muy bueno, Manuel. Gracias por compartir el archivo a través de fb. No hay nada mejor que contar la historia que el otro quiere escuchar. Aplica para el médico y para algunos lecotres. Ji De las historias que queremos contar, para eso tapate con la sábana y cerrá loa ojos..
    Besos van!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!

Entradas populares de este blog

Granada: Casería de Los Cipreses. Recuerdos en azul y blanco.

HAIKU ÁMBAR