Entradas

JUEGOS DE PALABRAS

Imagen
( foto Manuel Mª Torres Rojas ) Pedrito me dice en la terraza del restaurante La Trainera:   − Don Manuel, usted ya me entiende. Yo con usted lo paso muy bien, pero no puedo corresponderle. Le digo: − Pedro. Todos conocemos a gente a la que no podemos corresponder. Pero... ¿vamos por eso a dejar de tomar cañas juntos? Él precisa: − No, si yo quiero. Ya sabe usted que entre que me han quitado el coche, lo de las hipotecas de mi chalet en Villaviciosa de Odón, mi madre otra vez internada y lo de mi señora... ¿qué quiere que le diga? Que me hace falta distraerme. Usted habla bien y parece que sabe lo que dice.   Le doy las gracias, sin retranca. Aconsejo: − No puedes dejar de acudir a trabajar a la tienda sin llamar. Si anoche regresaste a tu casa a las 9 a.m. ¿cómo se te ocurre acostarte y poner el despertador para una horita más tarde? Más te hubiera valido tomarte una jarra de café fuerte y ducharte durante veinte minutos. Afeitarte, mudarte de ropa y cumplir co...

LA GORDA DE LAGASCA 53

Imagen
( foto del autor ) Anoche fui testigo de una concatenación de acontecimientos miríficos. En el restaurante La Trainera me cuentan que el edificio de la calle de Lagasca número 53 está sometido a un expediente de declaración de ruina, cuyo detonante final fue la caída, a plomo, de una señora que vive en el primer piso, cuando estaba sentada en la taza del retrete. No se sabe si en trance de aguas mayores o menores. Testigos presenciales aseguran que la dama, que pesa 140 kilos de los de báscula alemana, apareció, in púribus y encastrada en su inodoro, en mitad del local de la Droguería Ponce, en ese momento atestada de clientes, por ser mediodía. Cayera por su propio peso o fuera debido a la ley de la gravedad, es el caso que la vecina fue hospitalizada. Despachada la cena, salgo del restaurante y héteme aquí que encuentro cortado el tráfico de la propia calle de Lagasca por obra y gracia de dos coches patrulla de la Policía Municipal, dos ambulancias del Samur tamaño king size ...

Sexo, Mafia y Vaticano.

Imagen
Amante de gánster, querida de obispo. La ex prostituta Sabrina Minardi, concubina del difunto mafioso Enrico de Pedis, rompe su silencio y detalla turbios secretos de la Italia de los setenta y ochenta. Sexo, Mafia y Vaticano. ( El País ) ¿Será que pueda ser que me desvío de la vida...viviendo en mi refugio neoestoico? A. Fernández de Andrada y servidor.

CHRISTINE

Imagen
Ha pasado el tiempo suficiente para seguir obsesionado. Deseo que no vuelva. Ni ella ni su recuerdo. ( fotograma de un pequeño film que rodé en super 8. Quien besa su frente soy yo... )

EN ISLANDIA NO HAY HORMIGAS

Imagen
( foto El País) Nunca me he sentido más perdido que en Islandia. Me salvó un cocinero granaíno que me propinaba de cena ¡doce! cigalas por noche. De seguir las cosas así volveré a mi aljibe primigenio. Me basta con que el agua me llegue a las tetillas. Siempre habrá algún galápago que me dé conversación. Para tal caso, aquí está el cuento enterito y verdadero: http://cuentosencarneviva.blogspot.com/2008/06/galpagos-para-el-aljibe.html Escribo bajo la luz de la luna llena. Por primera vez. Hacía tiempo que no hacía algo por primera vez. Luz de luna que hidrata mi alma. Soy yo: pasado plusquamperfecto, presente en libertad condicional, futuro imperfecto. El jardín es agua cerrada, que corre cuando cantan las acequias. Unas alcayatas sujetan mi pasado entre las ruinas de mi inteligencia. Apenas. Oigo el mar. Está bravo. Me calma.

ESTOY EN ESA EDAD...

Imagen
( Hoy, 22 de septiembre, cumplo años. Sí, el de la foto soy yo...hace algún tiempo ) Estoy en esa edad en la que un hombre quiere, por encima de todo ser feliz, cada día. Y al júbilo prefiere la callada alegría y a la pasión que mata, la renuncia que hiere. Vivir entre las cosas, mientras que el tiempo pasa -cada vez menos tiempo para las mismas cosas- y elegir las que valen una vida: las rosas y los libros de versos, y el viaje y la casa. Hasta ahora he vivido perdido en el mañana -seré, seré, decía- o en el pasado-he sido o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba. Ahora estoy en la edad en la que una ventana es cualquier aventura, y un regalo el olvido. Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva. (Rafael Juárez, "Lo que vale una vida") .

TRES MUJERES

Imagen
Sheela me regalaba plantas que cuidaba primorosamente en su ático de la calle Ibiza. Sin ascensor, subía los siete pisos, a pata, escaleras arriba. Comíamos, nos besábamos y hacíamos la siesta. Desde su cama vislumbrábamos la capa del cielo de Madrid. Yo preguntaba si nos pasaba algo. Ella siempre decía: − Nada. Era pequeña, dulce y culta. Rubia, pecosa y con unos pechos sin vuelta de hoja. Mandaba reportajes a la BBC de Londres. Tenía un perro grande que vivía en el parque de El Retiro, como yo por entonces. Nos gustaba comer en los restaurantes económicos que había en el barrio. Sólo nos intoxicamos una vez, y lo resolvimos con dieta de agua y limón. Aquella siesta le hablé de otra mujer. Sheela me dijo: − Tú no tienes por qué elegir. La otra, que era Rita, tenía otra opinión: − Aclárate. O ella, o yo. Conté el asunto al otro ángulo de nuestro cuadrángulo, que era Marisa. Ella me miró en azul: − No es tu problema. Es de ellas. Y mío. Yo no sabía que también el asunt...