En la Casa del Libro he manoseado un nuevo libro de David Lodge. La tesis del profesor es que, en la novela contemporánea, se va perdiendo la ficción literaria para ir más a la confesión, la narración de una vida, la visión singular. Aparece sólo la conciencia del autor y no tanto las conciencias de muchos personajes, como en las clásicas novelas del siglo XIX. Estoy de acuerdo. ¿Por qué es así? El lo atribuye a que hemos perdido nuestras certezas metafísicas y por eso presentamos nuestro punto de vista singular, que nadie puede impugnar. Por mi parte, pienso que es mucho más difícil escribir “Guerra y Paz” o “Madame Bovary” que las novelas unipersonales de hoy. Y que las que son corales, contienen personajes de cartón piedra, dicho sea en términos generales. De todas formas, en esta etapa de mi vida, no quiero artificios literarios. Sólo memorias, autobiografías, diarios o dietarios. Correspondencia, incluso. Y, ahora y siempre, poesía.
Escriben porque tienen talento y olfato de escritores, metiendo las narices en las historias, escritas de puño y letra y sangre del corazón.Hay momentos en todo escritor, en que se produce el brillo del espejo, ante sus letras que es lo que todos buscamos en los libros al leerlos.
ResponderEliminarUn abrazo amigo mío.
Feliz mes de mayo florido y hermoso.
MA.
El blog de MA.
Mi querida MA, personalmente prefiero los relatos autobiográficos, incluyendo los de autoficción. También me gustan los que no tienen trama ni final.
EliminarBesos y abrazos.