Hay muchos listos en el mundo que se hacen los tontos y le va genial.La ambición de poder y riqueza no tiene limite para ellos. Un abrazo y feliz inicio de semana. MA. El blog de MA.
Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!
Antes de pasar por las armas a su hombre, ella le soltó: − Te quiero mucho. Y le transportó al más allá con dos cartuchazos del calibre doce; se puso su blusa color pistacho, retocó su rímel y colorete y se fue a tomar una copa al bar Teatriz. Monotonía, aborrecimiento, fastidio. El spleen, le cafard, l´ennui, el desgarramiento, la melancolía. Desgana y náusea. El tedio de la vida, vaya. El que escribe, escribirá. Quien lee, seguramente seguirá en ello. El noventa por ciento restante de humanoides se abstendrá. Se limitarán a actuar, a apresurarse. De aquí para allá. De allí para acá. El espectáculo debe continuar. También el aburrimiento, la monotonía, la saciedad. La chica que cortó la hebra de la vida a su marido por camino tan derecho, apenas si conseguía dormir tres horas por noche. Y para ello tomaba, todo junto, un lexatín de 5 mg, un transilium y un orfidal. Desde el día en que enviudó a las bravas, duerme dignamente nueve horitas, sin auxilio de la farmacopea modern
( Hoy, 22 de septiembre, cumplo años. Sí, el de la foto soy yo...hace algún tiempo ) Estoy en esa edad en la que un hombre quiere, por encima de todo ser feliz, cada día. Y al júbilo prefiere la callada alegría y a la pasión que mata, la renuncia que hiere. Vivir entre las cosas, mientras que el tiempo pasa -cada vez menos tiempo para las mismas cosas- y elegir las que valen una vida: las rosas y los libros de versos, y el viaje y la casa. Hasta ahora he vivido perdido en el mañana -seré, seré, decía- o en el pasado-he sido o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba. Ahora estoy en la edad en la que una ventana es cualquier aventura, y un regalo el olvido. Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva. (Rafael Juárez, "Lo que vale una vida") .
(fotografía Man Ray / Lee Miller) El amor es una patología desesperada pero no grave, por ser normalmente de breve curso. Es enfermedad con larga tradición literaria y buena prensa, muy en boga desde la eclosión del Romanticismo en el siglo XIX. Se contrae a través de los cinco sentidos y no tiene, al igual que el catarro común, tratamiento específico sino sintomático: mucha cama, alimentación estimulante y abundante agua y jabón. No existe vacunación eficaz puesto que en su estructura molecular se pueden observar elementos víricos de pasión y sexo juntamente con otros bacterianos que atacan al cerebro y estimulan el egocentrismo-patrimonial. Los grupos de población más expuestos a la infección amorosa son los adolescentes, los cuarentañeros y los ancianos solitarios opulentos y acaudalados. Los brotes más violentos de esta pandemia suelen observarse en primavera y en otoño, al regreso del período vacacional compartido con la habitual pareja. Salvo en casos extremo
Cinismo y apego al poder.
ResponderEliminarLa eterna derecha
ResponderEliminarCinismo y apego al poder.
ResponderEliminarHay muchos listos en el mundo que se hacen los tontos y le va genial.La ambición de poder y riqueza no tiene limite para ellos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz inicio de semana.
MA.
El blog de MA.
Siguen las caídas de los políticos/as. Hoy le ha tocado, tarde, mal y nunca a Esperanza Aguirre.
EliminarEso parece un tumor maligno...
ResponderEliminarUn beso grande.
Sí, y con metástasis. Muchos besos.
EliminarEs que n hay manera
ResponderEliminarUn montón de besos para cubrir las ausencias
Más dura será la caída...
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